El Conjunto Nacional de Folklor del Perú fue fundado por Victoria Santa Cruz, desde entonces sin olvidar un período de recesión y otros cambios institucionales es uno de los grupos más importantes en lo que a folklore peruano se refiere, pues nos ha representado en innumerables festivales del interior del país y en el extranjero, destacando sus viajes a México, Cuba, Colombia, China, Ecuador, Venezuela, entre otros.


En la actualidad está integrado por cerca de 50 integrantes, entre músicos y danzantes de reconocida calidad artística.



7 de noviembre de 2010

"La Captura del Inca: Nacimiento del Nuevo Dios Ordenador"

Con todas las energías renovadas y luego de una etapa de constante investigación y preparación coreográfica, el Conjunto Nacional de Folklore del Perú - órgano de disusión de la ENSF José María Arguedas - presenta un fastuoso espectáculo denominado "La Captura del Inca: Nacimiento del Nuevo Dios Ordenador".

En esta puesta en escena se emplea la estética que aporta la tecnología digital, en los aspectos: escenográfico y de iluminación, que sirven de soporte para la el desarrollo de la obra, que contiene música y danzas representativas del sincretismo religioso del Perú, como las Pallas de Cajatambo, Pallas de Huánuco, Pastoras de Yauyos y Hatajo de Negritos.

"La añoranza por lo antiguo y la adopción de las nuevas creencias están arraigados en nuestra cultura, ambas se dan incluso en una ceremonia religiosa donde se superponen los íconos católicos y prehispánicos de modo sincrético. La propuesta es recoger esto que está en la cultura de manera viva y en constante transformación, para traerla en una puesta en escena integradora, a partir de la investigación y el rescate danzario", argumenta Luz Gutierrez, coreógrafa del Conjunto Nacional de Folklore del Perú.





La danza y la música tradicionales son expresiones de la memoria popular que reviven rituales, mitos, leyendas, tradiciones y saberes que afirman el sentido de pertenecia y continuidad histórica; los rituales dancísticos tienen una profunda actitud devota, casi mística de entrega, solaz, de vida y de muerte, asi mismo poseen el encantamiento, de respeto, de reciprocidad y fundamentalmente de equilibrio.

El proceso que hoy mostramos a través de una visión moderna, sobre la base del drama danzado "Muerte del Inca", originado en el siglo XVI, y que perdura vital en todo el territorio centro andino, trata de mostrar, a grandes rasgos, este suceder de situaciones sociales y de creaciones estéticas del personaje peruano, con  sus raíces en el pasado y al cual se le agregaron elementos de otras frmas culturales, produciendo una amalgama única en el mundo, creándose la tierra de todas las sangres, en este especial espacio y tiempo.




"El mundo nativo se oscureció, el último de los sagrados Incas cayó destronado por los invasores, el sol se apagó al llegar la muerte de Ataohuallpa. La luna se ocultó y el sol dejó su preeminencia, para dar sitio a la Cruz que se colocó sobre las antiguas huacas. Los lugares sagrados de antaño fueron reemplazados por capillas, cruces y edificios de formas ajenas. Y vendrá el Dios ordenador y hará justicia y todos vivirán en armonía" (Francisco Iriarte)

La Captura del Inca representa el momento culminante de un orden para el mundo peruano y antiguo, aún ahora se vive la añoranza de este período y muchos se refieren a éste como la era ideal del hombre peruano en lo que sería una visión utópica del pasado. Es por ello, que muchos pueblos han representado a su modo este hecho importante. Las Pallas son una forma representativa de ese momento y se realiza en Cajatambo, Huánuco, Sapallanga, Oyón, Laraos, Carhuamayo, Santa Rosa de Quives, entre otras provincias del Perú, y con elementos propios de cada región, pero manteniendo el significado del mismo hecho.




El Inca fue el principio ordenador para el Perú antiguo, según Flores Galindo, mientras para el mundo occidental lo era Cristo. Cuando una visión se superpone a la otra de modo autoritario, se transforma la identidad social y la cosmovisión del mundo andino. Este nuevo roden transmuta los dioses prehispánicos, el Inca es reemplazado por el nuevo mesías, Cristo. En la actualidad existen escenificaciones entorno a la adoración del nacimiento de este nuevo Dios. Algunas las encontramos en los Hatajos de negritos en Ica, en las danzas de las pastoras de en la sierra de Lima, o en las Huaylías de Ayacucho y Apurímac, entre otras.

La añoranza por lo antiguo y la adopción de la nueva creencia están arraigados en nuestra cultura, ambas se dan incluso en el ámbito de una misma ceremonia donde se fusionan los íconos católicos y prehispánicos de modo sincrético.

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